Desde niño me ha gustado construir cosas. Y nunca he querido dejar de hacerlo. Supongo que por eso acabé estudiando ingeniería informática, porque es uno de los sitios donde puedes construir cosas épicas.
Aunque siempre he ejercido de desarrollador full-stack siempre he preferido el backend. Me gusta conocer los entresijos de una aplicación y saber cómo funciona. También me ha atraído mucho trabajar con APIs e integrar distintos sistemas por medio de ellas.
Por otro lado tengo mucho interés en las buenas prácticas en desarrollo de software y me gusta leer y aprender de otros para compartirlo con mi equipo.